Qué importa que digan que la salvación llegó desde el escritorio, como solo en el fútbol argentino suele ocurrir.
Juventud, que tuvo una pésima campaña, se encontró con el “regalo” desde el Consejo Federal. Y lo aprovechó con creces. Venció a Peñarol de San Juan por 3 a 1 y regresó desde la ardiente Santiago del Estero con el rótulo que seguirá participando la próxima temporada en el Federal A.
Pero esta decisión tendrá que ser acompañada con una gestión acorde a los pergaminos que muestra la institución de Lerma y San Luis.
Está obligado a reordenar “la tropa”, a consensuar una comisión directiva que tenga el apoyo de sus asociados, con la obligación de dejar de lado todos aquellos cuestionamientos que fueron apareciendo con el correr del tiempo.
Tendrá el tiempo necesario para aunar a quienes deseen integrar una comisión directiva, sin mezquindades, porque los resultados asoman por propia gravitación.
Archivar para siempre aquellos episodios de amenazas y violencia que fueron apareciendo, mientras el equipo se hundía con los malos resultados y el recambio permanente de entrenadores.
Ayer, en el estadio de Güemes de Santiago del Estero, los jugadores que se quedaron a luchar hasta el final con el DT Luis Flores a la cabeza, pudieron cumplir el deseo de sus hinchas, aquellos miles que viajaron para darles el último respaldo y los que siguieron el partido en Salta.
Juan Romero abrió el marcador para el Santo luego de que a Jorge Velazco le atajaran un penal; Peñarol lo empató por medio de Santiago Ceballos y Martín Esparza en dos ocasiones, la primera desde los doce pasos le dieron la permanencia a Juventud.
